El tiempo psicológico no es lineal. No es la repetición de nada constante. Los momentos no son unidades estables, cada uno es diferente al anterior y tiene su duración propia. Y son diferentes porque las condiciones del cuerpo,
que son las que dan la verdadera cadencia de nuestra existencia, también lo son. El recuento mecánico de los relojes no tiene nada que ver con las condiciones de nuestro cuerpo ni con las
duraciones y sucesiones reales de nuestra experiencia personal. Los relojes suman unidades
constantes sin entidad. Los segundos, los minutos, las horas. Un simple contar:
uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... Ir sumando una unidad cada vez de algo
que no tiene realidad: siete, ocho, nueve... Un metraje vacío que tratamos de imponer a nuestra existencia.
Es estúpida y opuesta al devenir natural la mecánica de los relojes, porque se traduce en una sucesión de fracturas de los sentimientos, de los sueños y de los pensamientos. Es un terreno infértil. Es la superposición de un vac…
Es estúpida y opuesta al devenir natural la mecánica de los relojes, porque se traduce en una sucesión de fracturas de los sentimientos, de los sueños y de los pensamientos. Es un terreno infértil. Es la superposición de un vac…